Entre la cornisa y el jardín había alrededor de cinco metros: Mirja P. de treinta años de edad (los nombres han sido cambiados) y Robert K. de 28, cayeron abruptamente cuando sostenían relaciones sexuales sobre la ventana del segundo piso.
Lo curioso es que los vecinos observaron que cuando caían seguían teniendo relaciones, hasta que el golpe en el piso les cortó la inspiración.
Pero ese no fue el problema, Mirja y Robert no son una pareja oficial y además son casados, Mirja niega haber sostenido relaciones extramaritales "sólo somos amigos, no tuvimos relaciones, estábamos jugando... no recuerdo que hayamos caído" puntualizó.
Es evidente que tanto los trabajadores de rescate como los vecinos si le recordaron la escandalosa caída que trajo consigo huesos rotos y heridas en la cabeza, que los hicieron parar en en el hospital.
Para rematar cuando los llevaron al hospital, allí se encontraron con el esposo de Mirja, quien por si fuera poco también estaba hospitalizado porque unas horas antes se había caído de la azotea de su casa ¡Pero sin tener sexo!...
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